"PERO EL MUNDO SOLO CAMINA HACIA ADELANTE Y NO AVANZAMOS SI NO DEJAMOS MUCHAS COSAS ATRÁS"

martes, 4 de marzo de 2014

Sobre el amor

Creo en él como algo inherente al ser humano y a la naturaleza de la que somos parte.
No creo en los discursos frívolos y resentidos de quienes dicen que no existe, pienso que simplemente no saben reconocerlo. Está ahí, en todas partes, en todos nosotros y sólo hay que sentirlo.

No hablo solamente del amor de pareja, que por lo demás, no creo que sea la necesidad de estar con el otro y de que te quiera por siempre. Mas bien lo traduzco como la aceptación de un acuerdo en común (explícito o no) de compartir vidas y de aceptarse incondicionalmente; lo que implica un proceso de maduración en el camino, una relación que parte con la semilla simple y pura para terminar en una planta fuerte a prueba de lluvia.

La otra dimensión del amor es la de aceptar al mundo y amarlo. La de querer al otro, verlo como un ser humano igual que yo que merece ser respetado y reconocido como igual, sea quien sea (tu amigo, el que te cae mal, tu profe, la cajera, el vecino, el desconocido de la calle, etc, etc, etc.).
Querer al otro implica al resto de los animales, aunque a algunos les tema por no conocerlos. Amar a las plantas, al agua, al aire y a las estrellas (que han estado ahí siempre, me conocen desde antes y me acompañan mientras visito vidas y enmiendo errores).

Amar es estar en comunión con el universo, es aceptarlo aunque a veces no nos guste o no nos acomode. Es sentirlo en todas sus facetas, es querer cada piedra y dar gracias por su presencia. Es estar dispuesto a amar para ser amado, a dejar el egoísmo que hay en la necesidad de una compañía para ser capaz de sentirlo sin esperar algo a cambio.