Nada de besos descoloridos,
prefiero la espera de uno solo,
que al llegar será incalculable,
rojo, dulce y eterno.
Y tu Sol será radiante, el que siempre esperé,
el que he querido que alumbre mi rostro,
ese Sol bajo el cual siempre quise dormir.
Tú, el de mis alegrías próximas,
el de mis sueños, mi consciente y mi inconsciente;
el cercano o lejano.
Romántica en toda tu esencia.
ResponderEliminarLa opinión de una mujer que mira su vida decidida y esperanzada....la belleza de un espíritu que expone sus sueños con gracia y fortaleza...esa eres tu.