No tengas miedo amiga, imagino que pronto pasará, pasará la angustia de no tenerla junto a ti; pero también imagino que el dolor siempre queda y nos acostumbramos a vivir con él.
Hoy sabes que ha abierto sus alas y volado alto, tan alto que ya el sufrimiento es cosa del pasado, las trabas y el dolor no caben hoy en su alma y está libre, libre de toda amarra que la pueda dañar. Ahora toda ella es energía, pura y autárquica.
Imagino que hubieses querido retener cada momento junto a ella, cada segundo, cada instante, cada respiro. Difícil nadar contra la corriente.
Imagino también la sensación de soledad que pudo haber helado tu cuerpo al dejarla ir, imagino que el mundo entero se iba con ella. Pero un día dijiste: "Estamos hechos para sentir el dolor", y si duele será porque tiene que doler.
Tranquila querida, el mundo aún está contigo.
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