Ojalá otra historia fuera,
no la de tu mente engañosa y arrebatadora.
Ojalá tu sangre también comprendiera a la mía
y no se impusiera así; egoísta y avasalladora.
Quiero creer que el lazo que nos une
es más fuerte que cualquier huracán,
y seguir pensando que si llega el dolor y el rencor
fácil se irán.
Estuvimos en el mismo vientre,
jugamos y reímos juntas.
Pero ahora tu complicidad me hiere,
me hace pequeñita y me estoy gastando.
Y ¿cuánto tengo que seguir esperando?
que por ahora todavía tengo aguante,
pero este aguante me está ahogando.